Desde antes del tiempo

jueves, diciembre 14, 2017

hadas 5

Fritzchie y Manchu cruzaron el bosque rapidamente, lo conocían como la palma de sus manos, porqeusi bien estaba del otro lado de la Línea Fugaz, los campamentos de la escuela se hacían ahí. La ley del reino de las hadas era clara, nadie, ningún hada menor podia salir sola del pueblo, pero el rey no era tonto , él también había sido joven, impulsivo y desobediente y prefería que los chicos conocieran el terreno que circundaba su reino a pesar de la prohibición, para evitar males mayores. Entonces, aprovechaban las clases de “frutos y flores” para hacer excursiones.
Manchu encontró la puerta enseguida y la atravesaron sin problema. Una vez del otro lado, escondidos detrás de un tallo de margarita, vieron a Juliana colgarse el cristal del cuello. Y empezaron a seguirla hasta que un monstruo Rosado empezó a gruñirles.
-Piropo!! Vení para acá .- llamó la nena. El perro seguía ladrando a un grupo de flores-Vení, te dije!!- pero al ver que no hacía caso, se agachó a recogerlo. Por sobre su hombro el perrito seguía gruñendo al cantero de flores, y entre las margaritas Manchu y Fritzchie abrazados, temblaban de miedo.
-Qué fue eso?-preguntó Fritzchie
-Ni idea, pero es enorme-contestó Manchu- Ahora no podemos investigar qué clase de animals tienen los humanos, necesito recuperar mi cristal, vamos a seguirla.

En el frente del palacio el rey y su hija seguían charlando. A Piropo se lo había llevado uno de los guardias que vigilaba la entrada, porque el perrito seguía ladrando desesperado.
Juliana le estaba contando a su papa lo del cristal que reflejaba los colores del sol, cuando el rey vio un pequeño movimientp entre los Rosales.
-…y no es una de las joyas de la reina-seguía diciendo Juliana mientras agarraba con su manita el cristal Escondido debajo del vestido- así que me lo voy a quedar para jugar.
-Me permitirías verlo?-preguntó el rey Casimiro sin sacar los ojos de la rosa amarilla con bordes rojos, la preferida de su esposa.
Juliana sacó el cristal y se lo mostró a su papá, y éste para poder verlo major se acuclilló frente a su hija y dirigiéndose a la rosa, dijo: “Creo que sería importante que TODOS nos reuniéramos en mi escritorio.”Y tomando a Juliana de la mano comenzó a subir las escaleras.

-No era que los humanos no nos podían ver?-preguntó Fritzchie más que asustado.
-Algunos pueden. Los niños en general mientras son bien pequeños, y algunos adutos que recuerdan nuestra existencia de su época infantil. Hay excepciones.
-Y ésta es justamente una de ellas-suspiró Fritzchie.
Ambas hadas volaron detrás del rey y Juliana.
-Lo que no entiendo es por qué la nena no nos puede ver-cuchicheó un primo al otro
-Todo tiene una explicación-contestó el rey  sin mirarlos
Manchu, de un codazo, hizo callar a Fritzchie. Obviamente este humano los veía y los oía perfectamente.