Desde antes del tiempo

viernes, diciembre 14, 2018


Aeropuerto de Barajas T1
Un flaco largo jovencito con barba incipiente, empleado de la aerolínea de turno, se acerca a la señora que esta delante mío para embarcar y se ponen a discutir si el cochecito de bebé, cuyo usuario tiene alrededor de 6 años,  se lo van a entregar en la pista cuando baje en destino o en la cinta porta equipaje. Como el “rookie” no sabe la respuesta se va en busca de su jefa pero a mitad de camino se distrae con la mochila de un inglés que, según él, sobrepasa las medidas aceptadas x la aerolínea. Por lo que acerca ese "coso" de metal y pone la mochila que cabe impecablemente. Pero la mochila llega a la raya amarilla. Mmmmm. No esta perfecta, sería verde, ni esta pasada, sería roja. Esta amarilla. Al ver que el tema lo supera se desvía nuevamente para buscar a su jefa. Mientras tanto delante de mi, el niñito de 6 años, que ?necesita cochecito? revolea las valijas de la madre que sigue compartiendo al aire y a quien la escuche que ella quiere el carrito en la pista y el padre del demonio mira todo impertérrito.
Vuelvo a mirar al inglés, que pacientemente le explica a la jefa que su mochila esta dentro del estándar y el rookie en ese momento agarra el , y dice, o quiere decir que el vuelo a, a, a,... se da vuelta y mira el cartel que dice Verona esta a punto de embarcar. Después lo repite en inglés. Ponele que sí. Pero tiene que volver a mirar hacia dónde embarca el vuelo. Mi vecina de adelante sigue sin saber a dónde le van a devolver el coche, el inglés le gana con sonrisas y buenas maneras (yo ya le hubiera partido la mochila en la cabeza) a la jefa que termina diciendo que lo resuelva la tripulación cuando el llegue a bordo.
Nosotros tratamos de embarcar tres veces. Nos piden los boarding los devuelven los vuelven a pedir los vuelven a devolver y la señora ocupa tooodaaa la escalera ( porque estas aerolíneas no usan manga) con sus 2 valijas el cochecito el pequeño demonio y mas atrás el marido con las manos en los bolsillos y cara de yo no fui
Me desplomo en mi asiento y me duermo cual abuela mayor que niega cabecear en las mesas y larga cada tanto un ronquido aterrador.
El cochecito está en la pista, el inglés tiene su mochila en la espalda y a mí estos derroteros me ayudan a desemburbujarme desansiedarme y a pensar en qué bueno que es viajar. Que viviría viajando y que, con alguna pequeña, ínfima diferencia, españoles e italianos son la base de nuestra argentinidad.
Finalmente y despues de24 hs de viaje llegamos a Verona. Mañana comienza la escapada. Que no llueva que al frío 4 grados lo peleo, pero la lluvia...
Dany ronca aca al costado. A mi, el sueño me sigue huyendo.
Gud nite