Desde antes del tiempo

martes, abril 24, 2007

Jueves por la noche



Se acercaba la hora. Eran casi las 9 de la noche y Mariela no sabía que excusa dar este jueves. Por algún motivo, todas las que habían funcionado en el pasado hoy le sonaban a mentiras en sus propios oídos.
Encerrada en el baño, rodeada de maquillajes y la ropa apropiada para estos jueves, se miraba en el espejo y con cada idea, descubría una arruga nueva, una cana que el henna no había logrado tapar.
Armada con el secador en una mano y el cepillo de brushing en la otra, comenzó el ritual de peinarse, marcando el pelo al mejor estilo Farrah Fawcett, se delineo los ojos con mucho negro y las pestañas lograron ese look empaste. Con la sombra tuvo cuidado, apenas un poquito (ya en la calle le daría un toque más dramático) y terminó con un labial rojo sangre.
-¿Te falta mucho?-preguntó una voz femenina al otro lado de la puerta.
-No-contestó con culpa por el engaño-ya salgo. Se calzó los pantalones de cuero negro y los arremangó para que no se vieran debajo de la amplia pollera hippie chic que le llegaba a los tobillos, el corsé también negro quedó disimulado debajo de la campera de cuero corta (obviamente negra) que por suerte Mariano Toledo, diseñador de vanguardia, había re impuesto como moda.
Una última mirada al espejo le hizo bajar el tono del rouge a un rosa casi bebé y poniendo todo en una amplísimo bolso, incluyendo botas con tachas, salió, dispuesta a enfrentar las miradas de desaprobación de los habitantes de su casa.

Dos pares de ojos idénticos a los suyos la miraron críticamente.
-¿Qué?-inquirió en tono peleador.
-Nada- Contestó el varón, apenas conteniendo la risa.
-¿Y vos? ¿algo que opinar?-espetó
-Tenés un look muy freak.
-Freak? De Dónde sacaron ese término?
-Ay mamá, contestaron los mellizos a coro, vos todavía crees que tenemos 5 años.
Mariela miró a sus hijos de arriba abajo: a los 17 años Juan era más alto que ella por una cabeza y Estrella tenía su misma altura y contextura física, sin la lucha contra la gravedad que le mantenía todo a donde tenia que estar.
-¿Y a dónde vas si se puede saber?
-Salgo con las chicas
-Así tan...
-pintada?
-Tenemos nuestro encuentro anual de ex alumnas del Sagrado Corazón.
-Bueno, pero no vuelvas tarde

Ya en el auto Mariela se rió de la charla con sus hijos y recordó interrogatorios similares por parte de sus padres.
En la esquina de su colegio secundario, estacionó, se sacó la pollera, se puso las botas, acentuó su maquillaje con sombra negra en los ojos y labios extra rojos, prendió un cigarrillo y con el look que correspondía a la reina de la clase ´84, se dirigió con paso firme al salón de actos.